Una de las decisiones importantes que debe tomar todo inversor es decidir como acceder a los mercados. Hay dos grandes alternativas:
Inversión directa: consiste en comprar directamente en los mercados los activos que queremos que compongan nuestra cartera. Si quiero renta variable americana compraré la acciones que quiera tener, Boeing, Walt Mart, Bank of America.
Si quiero invertir en renta fija compraré directamente el bono, Bund alemán, T-Bill americana, Bono del Tesoro español.
Inversión colectiva: invierto mi dinero no en activos concretos sino en un patrimonio común con otros inversores a traves de fondos de inversión (mutual funds, investment funds, unit trust, sicavs). Delego la gestión en un gestor profesional a cambio del pago de una comisión de gestión. Si quiero renta variable americana seleccionaré el fondo que mejor se adapte a mis preferencias e invertiré a través del mismo. Es posible que ese fondo tenga en cartera 80 acciones, un número de activos que salvo que mi bolsillo sea abultado es muy dificil de acometer. Si quiero renta fija europea lo mismo, buscaré el fondo que me guste más que invierta en esa categoria de activos e invertiré a través del mismo.
La inversión directa es adecuada para quien sigue y gusta del proceso de inversión. Es más barata que la inversión colectiva y para ganar dinero de verdad (especulación) es mejor que la inversión colectiva. Por contra el nivel de riesgo es, generalmente, superior.
La inversión colectiva a través de fondos o de ETF (exchange traded funds) es la idonea para un inversor principiante. Incluso con poco dinero se puede construir una cartera bien diversificada tanto a nivel de clase de activos como a nivel geográfico y cuenta además gestión profesional.
Para los residentes españoles personas físicas, los fondos de inversión, añaden además la ventaja del diferimiento fiscal (poder traspasar de un fondo a otro sin tributar).