La semana pasada vimos el concepto de lo que es el dividendo y diferentes clases de dividendos. Vamos a ver algo más práctico.
¿Qué es la rentabilidad por dividendo?
Es el ingreso por dividendo que recibo en relación al precio que he pagado por la acción.
Si compro una acción por 10 euros y paga un dividendo de 0.5 euros, mi rentabilidad por dividendo es 0.5/10= 0.05 en porcentaje 5%.
Hay que entender que la rentabilidad por dividendo no es fija. Dependerá del precio al que haya comprado cada inversor y cada año dependerá de los beneficios que la empresa haya obtenido y que política de reparto quiera aplicar.
Nosotros la compramos a 10 pero Juan la compró a 20 y Pedro a 5. En esta ocasión reparte 1 euro por acción.
Nosotros ganaremos un 10% (1/10 * 100)
Juan ganará un 5% (1/20 * 100)
Pedro ganará un 20% (1/5 *100)
No es una rentabilidad fija; si la empresa no gana dinero (aunque podria repartir un dividendo con cargo a reservas dentro de unos límites legales) o decide no repartir se podría llegar al dividendo cero (aunque es algo totalmente atípico).
La inversión por dividendo se llama la «inversión tranquila» porque para cubrir un ciclo completo el periodo habitual de permanencia es de un año. Cuando la acción paga el dividendo su valor cae en ese mismo importe y teóricamente precisaria un año, un ciclo economico completo, para regenerar su valor. Eso es la teoria, en la práctica puede recuperar en cuatro dias o nunca.
En general el inversor que busca este estilo de inversión selecciona unas pocas acciones con buenos fundamentales (buena situación económico-financiera) y que historicamente sean empresas que ofrezcan una alta rentabilidad por dividendo. Puede invertirse directamente (comprar las acciones de Telefónica, BBVA y Repsol por ejemplo) o a través de fondos Sabadell BS España Dividendo FI o Bancaja Dividendos FI entre otros (fondos escogidos al azar).
En épocas de pocos sobresaltos (que algún dia volverán) es una gran estrategia de inversión.