“Arreglar los problemas económicos es fácil, lo único que se necesita es dinero” Woody Allen
No es Woody Allen quien dirige los bancos centrales del mundo, pero como si lo fuera.
Va para once años de la gran recesión del 2008 y como en el juego de la oca parece que volvemos a la casilla de salida, se han inyectado cantidades ingentes de dinero para ganar tiempo y dejar a los gobiernos hacer su trabajo y cuándo parecía que los Estados Unidos estaban ya cerquita de la normalización monetaria. ¡Pim, pam! Jarro de agua fría por parte de Powell y donde dije digo, digo Diego.
En diciembre 2018 la Fed efectuó la última subida de tipos, un 0.25% para dejarlos en el rango del 2.25-2.50%, y ya suavizó el guidance diciendo que de las tres subidas presupuestadas para 2019, probablemente se quedarían en dos. Esta semana, apenas tres meses más tarde, Powell nos ha dicho que ni van a ser dos, ni va ser una. No van a subir los tipos. Y en febrero la anterior presidenta del Fed, la Sra Yellen ya nos avisó que no descartaba que el próximo movimiento de la Fed fuese una bajada de tipos. De subir tres a ninguna y quizá el próximo movimiento sea una bajada de los tipos. Extraño.
Y en Europa y como viene siendo habitual, mucho peor que en Estados Unidos. Draghi anunció hace unas semanas que eso subir de tipos, que para más adelante y que va a lanzar otro chorro de dinero a los bancos como ya hizo en 2014 y en 2016 (TLTRO III), para que el crédito fluya a empresas y familias. No aprenden. Siguen pensando que los problemas de exceso de deuda se van a arreglar con más deuda. Lo único que provocan es alargar la agonía y zombificar más y más la economía. A mí lo que más me choca es que el BCE baja la previsión de crecimiento del 1.7% al 1.1%, que es una absoluta burrada y no pasa nada, seguimos a lo nuestro: que si te pongo o te quito un lazo amarillo, que si Griezmann no sabe si quedarse o marcharse y que en España deberíamos tener armas en casa para estar más seguros…de verdad les digo que me pilla esto con 25 años menos y me pongo a aprender mandarín o sueco.
Ante este panorama el dinero institucional está buscando refugio en el bund alemán, una magnífica inversión que lo único que ofrece son retornos negativos. Pagar dinero por prestar tu dinero. Buen negocio. Les pagamos a los señores alemanes para que nos guarden el dinero. Pero todo tiene un por qué: las previsiones para Europa son tasas de crecimiento muy bajas, inflación también muy baja y población muy envejecida que compromete los sistemas de pensiones de todo el continente, vamos; una japonización en toda regla a la que hay que sumar además baja productividad y auge de populismos. Ay, la vieja Europa…
De momento es posible que veamos bastantes más fusiones bancarias de las previstas. De entrada los grandes alemanes, el Deutsche y el Commerzbank.
Con tipos de interés tan bajos la banca no funciona y los tipos de interés bajos están aquí para quedarse mucho tiempo. A quien sepa lo que hace y le guste jugar a las fusiones puede tener oportunidades en los próximos meses. Quien busque un fondo especializado en ello tiene que meterse en territorio hedge, estrategias event driven sobre arbitraje de fusiones. Santander y Bankia, Caixa y Sabadell, BBVA y Bankinter… apuesten que alguna habrá, de los pequeños ni les cuento, cien por cien carne de Opa.
¿Pueden seguir subiendo los mercados? Por poder pueden. Cuando el Fed anunció que no subiría más los tipos, las bolsas americanas reaccionaron muy bien. Si el Fed anuncia –como cree Yellen- una nueva bajada, reaccionaran mejor todavía, recuerde: don’t fight the Fed. Pero a mi juicio las cartas están marcadas: noviembre 2020 elecciones USA. Mientras pueda, Trump mantendrá el chiringo alegre, luego, ya veremos, porque el fondo de la “no normalización” es malo. En Estados Unidos los índices se están acercando a máximos y en Europa están rebotando en un nivel que para los técnicos es relevante. Si lo suyo es la inversión tradicional y no está en el mercado, yo me esperaría a verlas venir. Siempre pasa otro autobús.
Buena inversión.