El concepto para inversores principiantes de esta semana debe grabárselo a fuego en su mente. Es, con mucha diferencia, el más importante en cualquier decisión de inversión que tome.
Si la rentabilidad es la capacidad de producir resultados positivos, el riesgo es la probabilidad de que una inversión pierda valor. Un activo es más arriesgado que otro en función de que su precio fluctúe más, esto es, que su rentabilidad sea más variable y por lo tanto más impredecible.
En lo que respecta a sus inversiones intente no aprender dos conceptos separados en plan ¿Qué es la rentabilidad? ¿Qué es el riesgo? No van separados, van juntos. ¿Cual es el binomio rentabilidad-riesgo de esta inversión?, así “rentabilidad-riesgo”.
Siempre que tome una decisión de inversión debe considerar estas dos variables en su conjunto ya que la inversión en activos más arriesgados solo tiene sentido ante la expectativa de una mayor rentabilidad.
Si tengo dos inversiones para escoger, una que da una rentabilidad entre el -5% y el +15% y otra que da entre el -40% y el +50% ¿Cuál escogeré?
Ambas tienen una rentabilidad media del 5% pero un inversor racional escogerá la inversión menos variable, la menos riesgosa, la más estable: la primera (como no somos racionales cuando viesemos el posible +50% muchos nos tirariamos ahí de cabeza, luego pasa lo que pasa).
Solo debe invertir en activos más arriesgados si el rendimiento medio que ofrecen es más alto.
Desde luego no es mi intención que se enfade ningún inversor en preferentes, es un tema de juzgado de guardia; pero siguiendo este sencillo razonamiento si la preferente pagaba el 7% y un depósito a plazo fijo del mismo banco el 3% ¿qué le parece? ¿qué hubiesen hecho miles de bankeros (y otros) si hubiesen pensado en términos del binomio rentabilidad-riesgo?.
Pues eso. Recuerde SI-EM-PRE: a mayor rentabilidad mayor riesgo.