Estos días, coincidiendo con el lanzamiento de “Todo lo que tu banco debería contarte antes de invertir” Gestión 2000, me preguntan continuamente si los planes de pensiones son necesarios, si “planes de pensiones sí o no” y cosas por el estilo.
En las ideas de inversión de esta semana, más que buscar una oportunidad concreta vamos a reflexionar desde la base sobre aspecto de la inversión que por lo que estoy viendo es muy confuso.
No nos vamos a centrar en productos específicos sino en cual debe ser nuestro itinerario mental para decidir qué hacer, y para decidir bien, sin titubeos.
¿Necesito invertir para mi jubilación?
Rotundamente SÍ. En la página 22 del libro les muestro la proyección de la pirámide poblacional española según el INE (Instituto Nacional de Estadística). No es un tema de ser de un partido político u otro. El sistema de reparto español –los que trabajan pagan la pensión de los jubilados- se rompe en el momento en que hay más jubilados que personas cotizando a la Seguridad Social. Si se quiere se podrá pagar vía impuestos, vía fondos de reserva u otras formas que yo desconozco pero el sistema actual va camino a la defunción. Y no son opiniones, son números.
¿Es necesario tener un plan de pensiones?
No. Ante todo pensemos en el objetivo que cubrimos que es tener fondos para nuestra jubilación. Puedo desarrollar una buena cartera para mi jubilación a través de la inversión directa (acciones y bonos), a través de fondos de inversión, a través de seguros de ahorro, o a través de inversión en inmuebles o de obras de arte si sé en lo que me meto y estoy confortable con esas inversiones (yo desde luego no le hubiese hecho ningún asco a un Picasso o un Dalí si me los hubiesen dejado en herencia).
Lo más importante de esta ecuación es tener claro que en el contexto actual de cambio demográfico y económico ES NECESARIO DESARROLLAR UN PLAN DE INVERSIONES A LARGO PLAZO PARA CUBRIR LA CONTINGENCIA DE LA JUBILACION, otra cosa es el cómo.
¿Entonces como decidir el producto financiero sobre el que invertir?
Los factores clave son dos:
1º La liquidez
2º La fiscalidad
La liquidez es la facilidad para recuperar mi dinero y por fiscalidad me refiero a si hay productos financieros destinados al ahorro a largo plazo con ventajas fiscales.
Si mi criterio es liquidez absoluta tengo que valorar que vía planes de pensiones individuales (PPI) y planes de previsión asegurados (PPA) no tengo liquidez salvo situaciones extremas (paro de larga duración y/o enfermedad grave). Otros productos de ahorro diseñados para la inversión a largo plazo como los planes individuales de ahorro sistemático (PIAS), los llamados planes de jubilación (son seguros de ahorro), los seguros variable annuities o las rentas vitalicias y temporales sí que ofrecen liquidez pero con penalizaciones. Por el contrario los fondos de inversión o la inversión directa son líquidos 100%.
Si mi criterio es la fiscalidad, entonces pensaré en tres bloques de ideas; los productos que ofrecen una gran fiscalidad de entrada (reducen la base imponible del Irpf) y ahí me quedaré con los planes de pensiones o con los PPA; los que ofrecen una buena fiscalidad de salida, es decir cuando cobre las prestaciones, y ahí me quedaré en el mundo de los seguros PIAS y seguros de ahorro en general, y los que su fiscalidad es neutra como los fondos o la inversión directa (es cierto que los fondos permiten diferir el pago de impuestos, aquí me refiero bien a reducciones en Irpf al aportar o reducciones sobre los rendimientos al cobrar)
¿Y en medio de tantas siglas y productos complejos qué hacer?
De forma extremadamente simplificada mi recomendación es la siguiente:
1º Si su factura fiscal es alta contrate un plan de pensiones o un PPA.
2º Como los planes de pensiones y PPA tienen un límite relativamente bajo* (10.000 euros o 12.500 más de 50 años) compleméntelo con otros productos, especialmente de seguros.
3º En ahorro a largo plazo para su jubilación la liquidez no debería ser tan trascendente como en otro tipo de inversión pero si usted, por los motivos que sean, quiere liquidez 100% en cualquier momento entonces céntrese en algún producto de seguro con poca penalización y el resto vía fondos.
4º La inversión para la jubilación, por su largo horizonte temporal, es la que mejor se presta a asumir volatilidad, a asumir riesgo. Si tiene 15 o más años por delante incluya toda la renta variable que su perfil de insomnio le permita. A medida que su jubilación se acerque pondere más la renta fija y en los últimos años 100% en mercado monetario. Ahí el tiempo va en su contra y no puede tener sustos.
5º Por último, un buen consejo es hacer aportaciones periódicas en vez de una sola aportación de golpe. En el capítulo 1 del libro le explico con detalle por qué.
* en los tiempos que corren sé que 10.000 euros no es algo «relativamente bajo» para buena parte de la población. Lo que quiero transmitir es la idea de la diversificación entre distintos productos de distintas prestaciones. Si mi capacidad de ahorro para la jubilación son 7.000 euros al año Puedo invertir 3.000 euros en planes y beneficiarme de una buena reducción en la base imponible y otros 4.000 en productos con mayor liquidez y quizá mejor fiscalidad de salida.